La filtración de GTA 6 y el hackeo a Uber ponen de manifiesto la debilidad humana en materia de ciberseguridad
Dos filtraciones, una técnica
En tres días, tanto Rockstar Games como Uber sufrieron importantes violaciones de seguridad, ambas orquestadas mediante ingeniería social. Según se informa, el mismo hacker, conocido en Internet como Teapotuberhacker, consiguió acceder haciéndose pasar por el servicio de asistencia informática y engañando a los empleados para que le revelaran sus credenciales de inicio de sesión. A partir de ahí, se comprometieron los sistemas internos, las cuentas en la nube e incluso los canales de Slack. Lo sorprendente es cómo un simple intento de phishing desbarató dos corporaciones globales.
Lo que se perdió
La red interna de Uber quedó expuesta, y el atacante obtuvo el control de cuentas administrativas críticas y datos en la nube. Para Rockstar, el golpe fue mucho más público: más de 90 vídeos del juego GTA 6 aparecieron en Internet, filtrando años de trabajo de desarrollo. Las imágenes confirmaron los rumores que circulaban desde hacía tiempo sobre el escenario del juego en la Vice City actual y la introducción de una protagonista femenina.
Para los desarrolladores, la filtración no solo fue un revés para las relaciones públicas, sino también una violación de la confianza, un recordatorio de que incluso los estudios de talla mundial son vulnerables a los trucos más simples.
La verdadera lección
Ambos incidentes ponen de relieve una verdad fundamental: ningún cortafuegos puede defenderse contra el error humano. La fatiga de la autenticación multifactorial (MFA), el phishing y la complacencia interna siguen siendo las vías más fáciles de explotación. Incluso las empresas que invierten millones en ciberseguridad caen presas de vulnerabilidades humanas que se pasan por alto.
A medida que las organizaciones adoptan protocolos más estrictos, el énfasis debe desplazarse hacia la cultura: formación, concienciación y escepticismo. Un simple mensaje en Slack o WhatsApp nunca debería ser suficiente para derribar un imperio.
Avanzando
La filtración de GTA 6 se ha hecho famosa, no por lo que reveló, sino por lo que puso de manifiesto sobre nuestra fragilidad digital. Detrás de los titulares y el revuelo mediático se esconde una realidad aleccionadora: el eslabón más débil de la ciberseguridad no es el sistema, somos nosotros.